HPV
El virus del papiloma humano, forma parte de un conjunto de virus, que causa lesiones: verrugas en piel, mucosas, epitelio del cuello uterino entre otras localizaciones.
Existen más de 100 tipos. Algunos de éstos confieren un riesgo aumentado de desarrollar cancer en el cuello del útero. Los tipos 16 y 18, responsables de más del 70% de los carcinomas invasores en esa localización, son un ejemplo del grupo de alto riesgo.
La infección por estos virus se transmite por vía sexual (infección de transmisión sexual muy frecuente) y por contacto con las lesiones de piel: verrugas.
Existen vacunas para proteger contra la infección de los tipos de HPV que tienen mayor probabilidad de causar verrugas genitales y cáncer de cuello uterino.
Resulta clara la importancia de realizar el estudio de tamizaje de la presencia de estos virus en el cuello uterino femenino para con la información obtenida poder actuar en forma temprana en la evaluación del riesgo del desarrollo del cáncer.
La evidencia muestra que las pruebas de HPV tienen una mayor sensibilidad y son más efectivas para detectar las lesiones precancerosas en el cuello uterino, por lo tanto aportan información clínicamente útil y oportuna a los equipos médicos ginecológicos.
A modo de resumen: el cáncer cervicouterino es en gran medida prevenible. Además, las lesiones precancerosas se pueden detectar con la aplicación de pruebas de tamizaje en poblaciones asintomáticas. Para el tamizaje, la Organización Mundial de la Salud recomienda el uso de la prueba de HPV (OMS, 2015). Por su mayor sensibilidad, la disponibilidad de la prueba de HPV presenta una enorme oportunidad para estimular cambios tendientes a mejorar la efectividad de los programas de tamizaje y simplificar todo el proceso de detección temprana y tratamiento de las lesiones precancerosas.